Los acuchilladores de Caillebote


A finales del siglo XIX, el pintor francés Gustave Caillebote sorprendió, de manera negativa, al jurado del Salón de París del año 1875. Lo hizo con su pintura impresionista "Los acuchilladores de parqué" (en francés, Les raboteurs de parquet), un cuadro de no más de metro y medio que no pasó el corte por ser considerada una pintura que trataba un tema vulgar e indigno de ser expuesto en dicho salón. En aquellos tiempos eran habituales las pinturas sobre campesinos o trabajadores rurales, pero no la imagen de tres acuchilladores de parquet realizando su trabajo de manera muy realista. Pintada en óleo sobre lienzo, podemos ver una de las primeras generaciones de acuchilladores, con técnicas muy rudimentarias pero que en algunos aspectos no distan mucho del tipo de trabajo que seguimos realizando a día de hoy.


Los acuchilladores de parqué llegó a ser expuesta un año después en la Segunda Exposición Impresionista (también en París) junto a grandes obras de Pissarro, Renoir y Sisley. En 1877 fue vendida, pasando a ser propiedad del Hotel Drouot. Con el paso de los años Gustave Caillebote quiso recuperar su obra, que finalmente pasó a formar parte de su colección hasta 1894, fecha en la que el pintor francés muere.

Después de su muerte, el lienzo recorre varios de los museos parisinos, entre otros el de Luxemburgo o el Louvre. Acabando finalmente, en 1986, en el Museo de Orsay donde permanece hasta la fecha.

Son muchas las opiniones dedicadas a esta genial obra de Caillebote, de la cual se llegó a decir: "La anatomía del personaje recuerda a la de los dioses de la pintura clásica", refiriendose a los torsos desnudos de los acuchilladores. Sin duda un precioso homenaje a los que nos dedicamos a este mundo, a veces poco valorado, de la instalación de pavimentos. 

Y es que, aunque ha pasado más de un siglo, quizás no hayamos cambiado tanto. ¿No creéis?